Mi amiga de la infancia es también mi novia. Un sueño hecho realidad, ¿verdad? Pues no. Me insulta a diario. Hace trizas mi dignidad y eso afecta a mi bienestar mental. No puedo soportarlo más.
Así que no me queda otra opción, voy a romper con ella. Para mantener mi cordura, es la única opción.
Y así, comienza la historia de mi ruptura